La llorona
Existió una mujer llamada Rosalía, a quien le toco un marido de costumbres depravadas, el cual en un arranque de celos, le dio muerte en unión de sus dos hijitos, y este era la causa de su penar.
Mas que correr, volaba a cierta altura del suelo, cubierta con un ropaje blando, descubierta la cabeza con su larga cabellera suelta y descompuesta, de esta manera atravesaba la ciudad en pocos segundos. Esto aterrorizaba a la guarda nocturna que todas las noches eran testigos de sus paseos y sus llantos. Tiempo después se descubrió que la llorona no era más que un ladrón disfrazado de mujer que se cubría las piernas con un armazón negro, para que a la hora de correr pareciera como si volaba por los aires.
Al ser detenido en una de sus fechorías, confeso todos, su principal motivo de disfrazarse como la Llorona era aterrorizar a los guardas y así poder hacer sus fechorías, sin que nadie le estorbase. Llevado a los tribunales declaro de liso en llano ser ladrón, valiéndose de su estrategia para cometer sus fechorías, sentenciado a seis años de prisión. Después de su captura los espantos y gemidos cesaron.